




Clemente nace en el año 1973. En sus principios acompañaba al motorman de tranvía Bartolo (aunque sería mejor decir motor man de tramway o, según Clemente, de trangüei). No era exactamente un pájaro,pero podía volar. Aunque no tenía alas, ni brazos. En esas primeras aventuras. el tranvía se movía como loco, volaba, se achicaba o se agrandaba. Y sobre todo había nostalgia. Después el Clemente (especie ignota) crecería, perdería el pico pero no las mañas.
Se haría más adulto, más canchero- Y sólo de vez en cuando volvería a visitar los zócalos de la nostalgia barrial, aquí tan claros.
¿Qué come un Clemente? A veces cosas repugnantes, como moscas, por dar un ejemplo. Pero por lo general elige una opción verde, sabrosa, hasta elegante: las aceitunas. Aunque, desde luego, las aceitunas para Clementes no son comunes: hablan, escapan, resbalan, incluso se suicidan o, más parecidas aún a los humanos, amenazan con suicidarse. Sencillamente para evitar la muerte por ingestión clementicia.
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